jueves, 27 de enero de 2011

Nota

Todas las casas tienen sus fantasmas. Entre sus muros, conservan una memoria puntillosa de aquellos que las habitaron. A quien quiere escuchar, le susurran una historia en retazos, como todas. Es el mismo cuento de siempre —el paso de lo insignificante sobre la faz de la tierra— que siempre es único. Si las casas contaran su historia, ésta no sería muy distinta a la de los fantasmas que las habitan.

El día en que lo inerte calle, el pasado se despedazará.

1 comentario:

  1. ¿Qué sería de mí, sin el espíritu, que sigue vagando por la casa en la que me crié?...prefiero no pensarlo...

    Rebeca.

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