lunes, 27 de junio de 2011

Isabel Marín habla de Habitaciones cerradas en Mujer de Hoy

Habitaciones cerradas es una obra perfectamente circular, donde las primeras y últimas páginas encajan a la perfección, pues el inicio contiene ya todas las claves que, perfectamente desarrolladas a lo largo de la novela, darán la solución al caso que se presenta. 


LEE LA RESEÑA COMPLETA

jueves, 16 de junio de 2011

miércoles, 15 de junio de 2011

Mi encuentro digital con los lectores del Heraldo de Aragón, recién salido del horno

"Escribo relatos para mí y novelas para los demás" 




Hola, confío en que no le moleste mi comentario. Pero creo que
lo suyo no puede considerarse literatura, quizá lectura de consumo
fácil. Vendría a ser como un subgénero, desde luego mucho más exitoso y
rentable. ¿Usted cómo lo ve? ¿Escribe lo que quiere escribir o lo que
espera que tenga éxito? Ana
No me ofendo con facilidad, Ana. Todo el mundo es libre de opinar y de
tener sus propios gustos y, por descontado, sería absurdo aspirar a
gustar a todos. De todos modos, discrepo de ese adjetivo que me
atribuye, fácil, porque en todo lo que hago procuro siempre huir de la
facilidad. Aunque, por descontado, acaso no lo logro y usted tiene
razón, nunca se sabe. Con respecto a la segunda parte de su pregunta,
sí, escribo lo que deseo a cada momento. Cuentos infantiles para mis
hijos cuando ellos los inspiran, relatos para mí cuando hay algo que
necesito decirme, novelas para seducir -y entretener, gran
contribución, siempre minusvalorada por los que van de intelectuales-,
despertar la reflexión y emocionar a quien quiera leerme. Sé por muchos
lectores que lo consigo, y eso me llena de una satisfacción que me
compensa de otras cosas. Con respecto a lo rentable... estoy encantada
de publicar en Planeta. No pienso pedir disculpas por ello. Pero sí
pienso hacer todo lo que esté en mi mano porque mis libros sean de los
que merece la pena leer.


PARA LEERLO COMPLETO HAZ CLICK EN LA FOTO

martes, 14 de junio de 2011

sábado, 11 de junio de 2011

Domingo 13 de junio

Mañana domingo, día 13, estaré en la
Feria del Libro de Málaga
presentando la novela

20:00, Rectorado. Avenida de Cervantes.
Me acompañará Pablo Bujalance

Ojalá nos veamos.

jueves, 9 de junio de 2011

viernes, 3 de junio de 2011

Círculo de lectores me entrevista con motivo de la publicación de su edición de Habitaciones cerradas

Care Santos: «Escribimos para saber quiénes somos… y para entender lo que no seremos nunca»
 
Cuando empezaste a escribir, ¿había algún autor al que quisieras imitar?
 
Claro, y lo imitaba. Cuando empiezas a escribir, sobre todo a esas edades, no es tanto que quieras copiar a alguien, sino que tus primeras cosas te salen en la estela de los autores que estás leyendo… en la estela mala, porque a los quince años no se puede escribir como Byron, está claro, ni como Rodoreda, o Valle Inclán, o Wikie Collins, y menciono sólo algunos.
Ahora me da risa, porque guardo todo lo que he escrito, y de vez en cuando lo releo y me río, ¡es tan evidente a quién quería imitar! Y a la vez tiene algo de tierno, porque este deseo de imitación es la mejor manera que tiene un lector –tenga la edad que tenga– de expresar su admiración. Yo era obsesiva con mis filias literarias. Empezaba a leer a Poe y leía todo Poe; empezaba a leer a Lovecraft y leía todo Lovecraft. De pronto me entraba como una fiebre, y me salía literatura de ese estilo, y así me ha pasado con todos mis descubrimientos literarios. En la adolescencia fui bastante anglófila y descubrí unos novelistas que me provocaban arrebato. Siempre les aconsejo a los adolescentes que lean a Wilkie Collins, que lean a Dickens. Son escritores que generan lectores para toda la vida. Y luego, revisitas a Wilkie Collins y no se te cae; yo sigo leyéndolo. Es un escritor al que puedes revisitar y nunca te decepciona. Eso hace que sea muy recomendable.

ENTREVISTA
COMPLETA AQUÍ

miércoles, 1 de junio de 2011

Encuentra las siete diferencias (o memoria de mi paso por la Feria del Libro de Sevilla)




Las fotos son gentileza de Tamara Escudero, quien también me tuvo firmando hasta casi agotar la tinta de mi pluma. 
¿Cuántos libros me trajiste, Tamara?